De la I Revolución Industrial a la II
Hasta mediados del siglo XIX, la mayoría de la población europea estaba formada por campesinos. En los Estados Unidos, la agricultura predomina hasta el triunfo del norte industrialista. La lentitud con que se propagaban los cambios impulsados por la Revolución Industrial llevó a que la economía mundial siguiera sometida a los ritmos impuestos por las cosechas. La crisis económica que se desata entre 1846 y 1848 fue la última crisis cuyas causas fueron predominantemente agrarias. En el ámbito de las comunicaciones, se dieron profundos cambios. George Stephenson inventó la locomotora, el parlamento inglés comenzó a aprobar la instalación de vías férreas. La más importante fue la que unió los centros industriales de Liverpool y Manchester. El tren revolucionó la circulación de mercaderías, abarató los costos y amplió los mercados. También se duplicó la capacidad de los barcos para transportar cargas y se redujo el tiempo necesario para cruzar el Atlántico. Otro adelanto de gran importancia fue el telégrafo. En 1837, Samuel Morse ideó un código que permitía transmitir textos… Todos estos adelantos mejoraron la calidad de vida de una población que fue creciendo al ritmo de estos cambios. Aumentó la natalidad y disminuyeron los índices de mortalidad. Los países de mayor industrialización registraron un mayor aumento de la población. Entre 1850 y 1890, Gran Bretaña pasó de 21 millones a 33; Alemania de 34 a casi 50; Bélgica de 4 a 6. En cambio, en los países con menor desarrollo industrial, el aumento demográfico fue menor. Francia pasó de 36 a 38 millones y España, de 15,7 a 17,6.
II Segunda Revolución Industrial
Para la consolidación del capitalismo industrial, fue muy importante la alianza del mundo industrial con el financiero. Los capitalistas industriales necesitaban recursos económicos y debían recurrir a los banqueros para poder concretar sus negocios. Los financistas fueron haciéndose imprescindibles y dominaron el mercado, al que le dieron un nuevo impulso. A partir de 1870, comenzaron a producirse una serie de cambios en la industria, tan importantes, que la mayoría de los historiadores hablan de una segunda revolución industrial. A diferencia de la primera, esta segunda revolución fue el resultado de la unión entre la ciencia, la técnica y el capital financiero. Así como en la primera, el elemento determinante fue el vapor; en la segunda, una serie de inventos marcaron su desarrollo. La electricidad, empleada desde mediados de siglo en el telégrafo, pudo ser usada en la producción. En 1867, Werner Siemens aplicó la dínamo un aparato que permitía producir electricidad a la industria. En 1879, Thomas Alva Edison fabrica la primera lámpara eléctrica y la transformó en un producto industrial de su propia fábrica: la Edison Company, conocida después como General Electric Company, la primera empresa mundial de electricidad. El petróleo y sus derivados fueron los combustibles de esta Segunda Revolución Industrial y el acero, la materia prima.
Los Trust
Los grandes capitales financieros estaban concentrados en pocas manos. Así, comenzaron a formarse los trusts (agrupación de empresas). Su objetivo era controlar todo un sector de la economía, constituyendo monopolios, lo que sometía al consumidor a aceptar las reglas y los precios. La meta era aumentar las ganancias dominando el mercado y eliminando la competencia. Esto iba en contra de los postulados del liberalismo (la competencia era clave para la regular precios y mejorar la calidad). Los trusts monopolizaron la producción y la comercialización de un producto. Fueron muy comunes en los Estados Unidos (David Rockefeller - Standarld Oil Company,controlaba el 90% del petróleo).
Taylorismo y Fordismo
Los dueños de las fábricas buscaban la manera de bajar sus costos y aumentar las ganancias, y encontraron en las ideas del ingeniero estadounidense Frederick Taylor ayuda. Algunos llamaron a este método "organización científica del trabajo", taylorismo. El método de Taylor consistía en calcular el tiempo promedio para producir un producto y obligar al obrero a acelerar el ritmo de trabajo asimilándolo a una máquina. Esto se lograba aislando a cada trabajador del resto de sus compañeros bajo el control del personal directivo, que le indicaba qué tenía que hacer y en cuanto tiempo, haciendo que cada trabajador produjera una parte del producto, perdiendo la idea de totalidad y automatizando su trabajo y por último pagando distintos salarios a cada obrero de acuerdo con la cantidad de piezas producidas o con su rendimiento. Esto fomentaba la competencia entre compañeros y aceleraba los ritmos de producción. La máquina establecía la intensidad del trabajo y, a su vez, cada obrero requería saber menos, pues para realizar una tarea mecánica y rutinaria lo único que necesitaba era obedecer. De esa forma, el empresario ya no dependía de la buena voluntad del trabajador para realizar su tarea eficazmente o de sus conocimientos. El obrero era, según Taylor, un "gorila amaestrado" que hacía lo que otro había pensado y, al mismo tiempo siguiendo el esquema de Adam Smith, producía más en menos tiempo. Una de las primeras empresas que aplicó los métodos de Taylor fue la Ford Motors Company, de Detroit. Allí se puso en práctica la "cadena de montaje", una cinta transportadora que movía las piezas para que los obreros trabajaran sobre ellas en un tiempo determinado y en una actividad. Al final de la cadena el auto quedaba terminado. A este novedoso modo de producir se lo llamó fordismo.
-------
A Beautiful Mind (Adam Smith was wrong) (No, no es cine mudo, subid el audio que el video lo tiene bajo)
"Adam Smith said the best result comes from everyone in the group doing what's best for himself, right? Adam Smith was wrong! The message: Sometimes it is better to cooperate!" - John Nash (Russell Crowe)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario